Centro de la ciudad de Hengelo

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9 May-10 May
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1 Habitación, 2 Huéspedes
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Situada entre frondosos bosques, campos y arroyos serpenteantes, Hengelo podría ser uno de los secretos mejor guardados de los Países Bajos. Esta vibrante ciudad ha transformado sus raíces industriales en una escena cultural llena de vida sin perder su alma auténtica. Refúgiate en acogedores cafés marrones donde los lugareños charlan con cervezas regionales o descubre exposiciones de arte en antiguas fábricas. Más allá de los límites urbanos, Twente se despliega – un lienzo verde de prados ondulantes, castillos de cuento y antiguas granjas. Rutas ciclistas recorren paisajes que cambian con las estaciones, pero siguen siendo eternamente holandeses. Hengelo logra el equilibrio perfecto entre la energía de la ciudad y el encanto del campo.

Oriéntese

La distribución compacta de Hengelo hace que moverse sea muy sencillo. Todo está a tu alcance: desde bonitas tiendas hasta restaurantes de barrio donde los chefs conocen a los clientes por su nombre. Comienza en la Plaza del Mercado, donde las terrazas están llenas de locales disfrutando de una bebida. Pasea hasta el verde Prins Bernhardplantsoen – perfecto para observar a la gente o hacer un picnic – y admira la impresionante basílica de San Lamberto. Con excelentes conexiones de tren y mucho aparcamiento, Hengelo es la base perfecta para explorar la hermosa región de Twente.

No se lo pierdas

Explora el espíritu innovador de Hengelo en el Oyfo Techniekmuseum o disfruta de bandas locales en el Poppodium Metropool, donde la cerveza está fría y el ambiente es eléctrico. A los amantes de la comida les encantarán los muchos cafés y restaurantes que ofrecen platos locales e internacionales. Los fans de la arquitectura no deben perderse De Kasbah, un atrevido complejo residencial que muestra lo mejor del diseño neerlandés. Y para un viaje al pasado, visita Tuindorp ’t Lansink, un pueblo jardín perfectamente conservado que parece sacado de una postal antigua.

Mientras estés allí

Alquila una bicicleta y explora las rutas escénicas que serpentean desde Hengelo hacia el campo de Twente. Pasarás por granjas históricas y castillos de cuento como Twickel y Warmelo. Haz una parada en una cafetería de pueblo acogedora para disfrutar de un café y una tarta de manzana casera. A las familias les encantará el Attractiepark De Waarbeek, un parque de atracciones de estilo retro con juegos clásicos. ¿Quieres algo único? Prueba el rail biking entre Hengelo y Twekkelo: pedaleando sobre antiguas vías de tren a través de paisajes escondidos.

Situada entre frondosos bosques, campos y arroyos serpenteantes, Hengelo podría ser uno de los secretos mejor guardados de los Países Bajos. Esta vibrante ciudad ha transformado sus raíces industriales en una escena cultural llena de vida sin perder su alma auténtica. Refúgiate en acogedores cafés marrones donde los lugareños charlan con cervezas regionales o descubre exposiciones de arte en antiguas fábricas. Más allá de los límites urbanos, Twente se despliega – un lienzo verde de prados ondulantes, castillos de cuento y antiguas granjas. Rutas ciclistas recorren paisajes que cambian con las estaciones, pero siguen siendo eternamente holandeses. Hengelo logra el equilibrio perfecto entre la energía de la ciudad y el encanto del campo.

Oriéntese

La distribución compacta de Hengelo hace que moverse sea muy sencillo. Todo está a tu alcance: desde bonitas tiendas hasta restaurantes de barrio donde los chefs conocen a los clientes por su nombre. Comienza en la Plaza del Mercado, donde las terrazas están llenas de locales disfrutando de una bebida. Pasea hasta el verde Prins Bernhardplantsoen – perfecto para observar a la gente o hacer un picnic – y admira la impresionante basílica de San Lamberto. Con excelentes conexiones de tren y mucho aparcamiento, Hengelo es la base perfecta para explorar la hermosa región de Twente.

No se lo pierdas

Explora el espíritu innovador de Hengelo en el Oyfo Techniekmuseum o disfruta de bandas locales en el Poppodium Metropool, donde la cerveza está fría y el ambiente es eléctrico. A los amantes de la comida les encantarán los muchos cafés y restaurantes que ofrecen platos locales e internacionales. Los fans de la arquitectura no deben perderse De Kasbah, un atrevido complejo residencial que muestra lo mejor del diseño neerlandés. Y para un viaje al pasado, visita Tuindorp ’t Lansink, un pueblo jardín perfectamente conservado que parece sacado de una postal antigua.

Mientras estés allí

Alquila una bicicleta y explora las rutas escénicas que serpentean desde Hengelo hacia el campo de Twente. Pasarás por granjas históricas y castillos de cuento como Twickel y Warmelo. Haz una parada en una cafetería de pueblo acogedora para disfrutar de un café y una tarta de manzana casera. A las familias les encantará el Attractiepark De Waarbeek, un parque de atracciones de estilo retro con juegos clásicos. ¿Quieres algo único? Prueba el rail biking entre Hengelo y Twekkelo: pedaleando sobre antiguas vías de tren a través de paisajes escondidos.